Ya se trate de un desastre natural o de problemas de salud mundial, tu organización se verá obligada a enfrentarse a algunas circunstancias externas inesperadas. No siempre es fácil mantener el funcionamiento de tu empresa en estos tiempos difíciles -especialmente cuando las crisis inundan los titulares- pero depende de RRHH asegurarse de que los empleados se mantengan motivados y tranquilos.
Entonces, ¿qué puedes hacer para ayudar a tranquilizar a tu gente, cuando frecuentemente acuden a ti en busca de conocimientos, consejos y experiencia sobre estos temas? Aquí tienes algunas formas de apoyar a tu personal en momentos de incertidumbre.
1. Planificar los escenarios específicos antes de que ocurran
Los profesionales de RRHH no pueden predecir el futuro, pero pueden tener un plan listo para cuando los empleados y responsables les busquen respuestas sobre cómo gestionar estas situaciones difíciles.
La planificación de riesgos es especialmente importante en el mundo del trabajo. La economía, el clima político y otros factores influyen en el funcionamiento de tu empresa. Sobre todo, tiene vital importancia una buena planificación junto con ideas innovadoras en estos momentos de crisis económica que estamos atravesando. Por eso, las empresas deben tomar decisiones difíciles, de igual forma que lo hacen los bancos quienes con el objetivo de evitar que el índice bursátil español caiga de manera repentina, los seis bancos que más cotizan en el Ibex 35 han decidido sacrificar la mayor parte de las ganancias del primer trimestre de 2020 para blindar su balance ante el aumento del riesgo derivado de la crisis económica que han ocasionado las medidas de contingencia implementadas para mitigar las conceciencias del coronavirus y hacer que con la ayuda de todos, España salga más reforzada.
La planificación de riesgos también significa prepararse para acontecimientos poco probables y potencialmente peligrosos, como desastres naturales y enfermedades extendidas. En el caso de los primeros, puede valer la pena realizar una capacitación que ayude a los trabajadores a saber qué hacer si, por ejemplo, se produce un terremoto o un tornado (por ejemplo, cómo evacuar, dónde buscar refugio, etc.). También puedes tomar medidas proactivas para comprar un seguro de alquiler de oficinas o trasladar todos los archivos de papel a la nube. En cuanto a la pandemia mundial actual, los empresarios no han tenido mucho tiempo de reacción, pero lo que está claro es que deben apostar por sus empleados ahora más que nunca. Es el momento de que los líderes de las compañías confíen en sus empleados para que éstos den lo mejor de sí mismos y se sientan como parte de la solución para hacer que la empresa a la que pertenecen pueda continuar prosperando. Así como, proporcionarles las herramientas necesarias para que desempeñen sus tareas laborales desde casa como si se encontrasen en la oficina. Se están poniendo a prueba cómo las organizaciones están gestionando el teletrabajo y todas aquellas que apuesten por una comunicación trasparente y constante, conseguirán que el teletrabajo se asiente como una nueva forma de trabajo habitual cuando las aguas vuelva a su cauce.
2. Comunicarse con los trabajadores temprano y a menudo
A medida que las expectativas de los empleados siguen cambiando, las organizaciones están haciendo cada vez más hincapié en la transparencia. Muchas empresas están compartiendo con sus empleados información que antes se consideraba confidencial, desde finanzas comerciales hasta datos sobre diversidad e inclusión. Comunicarse con transparencia muestra a los empleados que los valoran y quieren mantenerlos actualizados sobre lo que sucede en toda la organización.
La comunicación transparente es especialmente importante cuando se trata de circunstancias imprevistas porque permite a las organizaciones crear confianza y ganarse el respeto de los empleados. Decirle a tu personal cómo y por qué estás tomando ciertas decisiones o tomando acciones específicas le dará la tranquilidad de que los RRHH están ahí para protegerlos, sean las circunstancias que sean. Prepárate de antemano para no tener que pelearte cuando todo el mundo te pida respuestas. La mayor parte de lo que necesitarías comunicar puede planearse con antelación para que sólo hagas pequeños ajustes cuando necesites actuar.
Ten como referencia el actual miedo a la salud global: La probabilidad de que no sólo uno, sino varios empleados contraigan el coronavirus parece inevitable según la información disponible actualmente. ¿Has pensado en lo que les dirás, a tu compañero, a toda una oficina o incluso a tus clientes? Por el contrario, ¿has entrenado a tus empleados sobre qué comunicar o cómo actuar cuando se enfrenten a un cliente que pueda estar tosiendo y estornudando o mostrando otros signos de síntomas de gripe en tus tiendas? Proteger a tus empleados y tu marca requiere una consideración, planificación y capacitación rigurosas.
Pero no sólo los recursos humanos deben comunicarse con los empleados, sino que también es imperativo que los responsables y los líderes se sientan cómodos hablando con sus equipos sobre estos temas. Capacita a los responsables sobre cómo pueden comunicar eficazmente estos diversos escenarios a los empleados.
En caso de que un miembro de tu empresa sea diagnosticado con el virus, esté preparado para comunicar esta información de manera veraz y sensible a tu plantilla sin avergonzar a estos individuos. Cuando vuelvan al trabajo, presta atención a cómo se están reacomodando y asegúrate de que sus compañeros los traten con respeto.
3. Liderar con el ejemplo
Los líderes de RRHH y los ejecutivos de nivel C marcan la comunicación dentro de la empresa de arriba a abajo. Para que las organizaciones tengan éxito, los líderes de alto nivel deben hacer lo que predican. Los ejecutivos que no lideran con el ejemplo dejarán a los trabajadores confundidos sobre cómo deben actuar.
Por ejemplo, si aconsejas al personal que ponga su salud en primer lugar evitando los viajes de negocios innecesarios, pero luego ignoras tu propio consejo subiendo a un avión que atraviesa el país para asistir a una conferencia unos días más tarde, es probable que envíe un mensaje contradictorio.
Cuando los líderes modelan comportamientos apropiados, sus empleados saben exactamente lo que se espera de ellos. Esto les permite concentrarse en su trabajo en lugar de desperdiciar tiempo y energía en cuestionar las políticas de la compañía.
4. Permitir más flexibilidad
Ha habido una tendencia creciente hacia los horarios de trabajo flexibles en la última década. Esta ventaja no sólo ayuda a los empleados a gestionar con éxito el equilibrio entre su vida laboral y personal, desde reducir los tiempos de desplazamiento hasta garantizar que los padres que trabajan puedan recoger a sus hijos de la escuela, sino que también proporciona a los empleados el apoyo que necesitan en momentos de incertidumbre.
Por ejemplo, permitiendo que los empleados trabajen desde casa o animándolos a tomarse un tiempo libre si no se sienten bien, damos la oportunidad de recuperarse y volver sintiéndose frescos y descansados. Ofrecer licencias por enfermedad remuneradas mejora la productividad y reduce la rotación de personal. También se ha demostrado que reduce la propagación de enfermedades. Y durante los tiempos de crisis, los empleadores no deben evitar hacer cumplir estrictamente las normas sobre la entrada en la oficina. Si alguien muestra síntomas de resfriado, anímalo a trabajar desde casa o incluso a tomarse un tiempo libre para mejorar. Si tu política sobre enfermedades no es lo suficientemente sólida como para explicar el actual miedo a la salud, o si haces que los empleados sientan que tienen que venir a trabajar por falta de pago o por miedo a una acción disciplinaria, es hora de revisar tus prácticas, aunque sea sólo de forma temporal.
Considera los escenarios en los que los empleados pueden sentirse incómodos trabajando cerca de los compañeros que han viajado, incluso a nivel nacional, o han asistido a conferencias, conciertos u otras grandes reuniones de personas. Permitir que los empleados temerosos trabajen desde casa les ayudará a ser más productivos y a concentrarse en su entorno.
Pero más allá de ofrecer flexibilidad de ubicación y bajas por enfermedad, las organizaciones deben fomentar una cultura que permita a los empleados trabajar desde cualquier lugar en caso de que la oficina cierre por un período prolongado. Asegúrate de que cada empleado esté localizable a través de múltiples modos de comunicación, incluyendo el teléfono, el correo electrónico y el chat. Algunas organizaciones podrían incluso invertir en tecnología portátil o aplicar políticas de trabajo a distancia que proporcionen claridad y faculten a los empleados para actuar. Lo más importante es que los empleados deben entender que no serán penalizados por trabajar desde casa.
5. Ofrecer cursos de aprendizaje sobre temas relevantes
Por supuesto, las circunstancias inciertas a menudo requieren que los empleados hagan algunos ajustes en sus horarios diarios, y depende de los RRHH proporcionarles las herramientas que necesitan para llevar a cabo sus tareas habituales. Los programas de aprendizaje y desarrollo accesibles desde cualquier lugar pueden dar a los empleados la orientación que necesitan para seguir prosperando en el trabajo.
Por ejemplo, si tu organización ha adoptado una política más flexible de trabajo desde casa, un curso de aprendizaje sobre cómo mantenerse productivo cuando se trabaja a distancia puede ayudar a los empleados a gestionar sus tareas y a mantenerse comprometidos. Mientras tanto, los cursos en línea sobre la gestión del estrés y la atención plena pueden ayudar a los empleados a gestionar situaciones preocupantes y, al mismo tiempo, dotarlos de importantes habilidades sociales para el futuro del trabajo.
6. Reajuste sus objetivos
En tiempos como estos, es importante entender que el cambio es inevitable. En lugar de intentar minimizar los problemas que están fuera de su control, acepta estos retos ajustando tus objetivos organizativos en consecuencia. Anima a los empleados y responsables a ser adaptables y estar ahí para apoyarlos y guiarlos a lo largo del camino. Asegúrate de aplicar también estos ajustes a otras partes interesadas, como clientes o proveedores. Por ejemplo, muéstrate abierto a reprogramar las reuniones con los clientes cuando sea necesario viajar. Considera la posibilidad de organizar reuniones virtuales con un propósito determinado y de participar en ellas. Y si tu organización está planeando asistir a una gran conferencia, o está organizando la suya propia, sé realista sobre tus expectativas de ventas, marketing y clientes, dado que algunas personas -incluidos tus propios empleados- pueden no querer viajar.
Realizar estos ajustes no siempre es fácil y puede llevar algo de tiempo. Pero al proporcionar los recursos y el apoyo necesarios a través de tu organización, los empleados podrán gestionar cualquier cambio que se les presente.
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Fuente: Cornerstone.